Aprendiendo acerca del Aprendizaje.

El acto de aprender es un proceso a través del cual se adquieren, modifican o mejoran habilidades, destrezas, conocimientos, conductas y valores; a partir de la experiencia, la instrucción, el razonamiento y la observación, entre otras.

Podemos aprender de dos maneras:

  1. Imperceptible: Este aprendizaje se da mientras caminamos, manejamos, conversamos, comemos, nos ejercitamos, etc., es decir, aprendemos sin darnos cuenta a partir de los estímulos que el medio ambiente nos presenta cada día.  
  2. Intencionada: Se da cuando requerimos aprender acerca de algún tema o concepto necesario para realizar alguna tarea o solamente calmar nuestra curiosidad.

La velocidad con que se genera conocimiento hoy en día es vertiginosa, por ello, la capacidad de aprender es cada vez más necesaria.

El aprendizaje no se da por la repetición, el tiempo o el esfuerzo. La capacidad para aprender se genera a partir del cúmulo de experiencias de un individuo a lo largo de su existencia y la habilidad de éste para conectarlas, asociarlas, ligarlas con la información, hechos, datos, temas, materias, etc.; así mismo, todo esto no es suficiente si no se aclara a la luz de la comprensión. La comprensión es la responsable de lograr la adquisición o asimilación necesarias para poder gestionar mentalmente los aprendizajes y poderlos externar o aplicar ya como conocimiento consolidado cuando sea necesario; convirtiéndose entonces en contenido o capital intelectual.

Aprendizaje transformacional en tres vueltas

Para que el aprendizaje sea realmente aprendizaje requiere que se dé no solamente un cambio sino una transformación, según lo indica el loop del aprendizaje de triple vuelta de Robert Hargrove en su libro Masterful Coaching. Hargrove explica que el aprendizaje transformacional de tres vueltas se da en contextos de información de ida y vuelta, con verdad, honestidad y confianza, así mismo existe una motivación interna alta que promueve las propuestas y además permite ser guiado para alcanzar sus metas.

Las tres vueltas o loops están interrelacionados por lo que, para que se dé el siguiente, requiere haber sucedido el anterior.

En la primera vuelta del aprendizaje, ayuda a las personas a incorporar nuevas habilidades y conocimientos a través de una mejora continua, se da una especie de estímulo-respuesta.

En la segunda vuelta del aprendizaje, se da la comprensión; fundamentalmente enfocada a remodelar los patrones del pensamiento y del comportamiento de las personas para que sean capaces de hacer cosas diferentes y dar respuestas distintas.

En la tercera vuelta del aprendizaje, se genera la transformación de la persona, logrando una percepción más clara y sólida acerca de lo que puede hacer por ella misma, por otras personas y en diferentes ambientes o contextos, se dan la implementación y habilidad de utilizar lo aprendido en distintos contextos. Ahora lo vive y posee la maestría para transmitirlo o enseñarlo.

 

Autoaprendizaje dirigido

La revolución del conocimiento es exponencialmente mayor a la que se vivió en los años 90’s, vivimos en la incertidumbre constante o las aguas blancas como las denomina, Peter V. Vaill en su libro: Learning as a Way of Being.  

Requerimos aprender de una manera diferente para adaptarnos de manera constante, a los continuos y vertiginosos cambios: tecnológicos, científicos, genéticos, robóticos, etc., que inciden en nuestra visión del mundo, nuestra manera de vivir, de trabajar y de relacionarnos. Diferente no necesariamente significa una manera más rápida para absorber más, sino más enfocada, con un propósito específico, donde la claridad acerca de qué necesito aprender es distinta al que quiero aprender. Lo que necesito aprender está relacionado con nuestros intereses que pueden ser múltiples, nuestros recursos y herramientas para la supervivencia, nuestras habilidades y conocimientos que nos distingan.

Este momento de tanta generación de conocimiento, ante tantos retos que enfrentamos, de tantos temas y materias; donde entrar a Google o Redes Sociales es entrar al mundo infinito de información, es necesario marcamos una línea de aprendizaje, ya que sería casi imposible aprender para saber de todo y de todos; sobre todo si deseamos alcanzar la triple vuelta del aprendizaje.

En este autoaprendizaje continuo y permanente al que estamos expuestos, donde nuestra curiosidad nos puede hacer malas jugadas, es un buen momento para hacer un alto y dar una dirección con propósito a la información que deseamos revisar, leer y aprender. Tener un propósito definido a este respecto nos facilitará la toma de decisiones acerca de qué si quiero aprender y el tiempo que le voy a dedicar; ya que de otra manera podemos enrielarnos en la espiral infinita del conocimiento. 

Para mantenernos actualizados en este mundo cambiante, necesitamos convertir al aprendizaje en una disciplina a fin de integrar el hábito de la lectura, la investigación y la escucha en nuestro día a día. 

Recordatorio: El aprendizaje es parte de la naturaleza humana

El aprendizaje no solamente está en la espiral del conocimiento que nos brinda la accesibilidad a las nuevas tecnologías, sino que el aprendizaje puede y requiere seguir siendo humano: observar, escuchar, olfatear, gustar, tocar, intuir, son habilidades que tenemos puestas en nuestro software interno de seres humanos, son las puertas y ventanas al conocimiento y el capote para lidiar a través de la incertidumbre. 

Mantengamos nuestras mentes y corazones abiertos a la sensibilidad del mundo, de los ambientes y escenarios que éste nos obsequia cada día. El aprendizaje se encuentra en cada oteada, en cada paso y a la vuelta de cada esquina para ayudarnos a navegar en las aguas blancas permanentes.

Rosa Girón