La empresa, ocupada en mejorar el liderazgo de sus mandos medios y superiores, se interesó por una experiencia outdoors en la cual se realizaron ejercicios y dinámicas relacionadas con el liderazgo.

Ésta actividad tenía la finalidad de poder observar y evaluar los comportamientos y reacciones de los gerentes y supervisores; ante determinadas situaciones que regularmente se vivían en el trabajo, así como aquellas competencias relacionadas con la manera en que ejercían el liderazgo: comunicación, empoderamiento, delegación, enfoque en resultados, entre algunas otras. 

A los Directivos les pareció tan interesante que en la marcha se integraron a algunas de las actividades. Terminamos con una noche de disfraces relacionada con liderazgo y trabajo en equipo. 

Se documentó la experiencia, capturando los comportamientos y reacciones sobre un registro físico que  incluía los  factores de liderazgo  a evaluar. Se elaboró un reporte general para la empresa y uno individual por cada participante. Se llevaron a cabo las retroalimentaciones individuales y se realizaron planes de acción que se aterrizaron en talleres de capacitación y sesiones de coaching individual y grupal. 

Pasados los dos procesos anteriores, cuya duración fue de seis meses, se dio continuidad con un seguimiento, primero a los tres meses y después a los seis meses. Finalmente, se retroalimentaron los avances y áreas que aún requerían impulsarse. Los resultados fueron satisfactorios para el cliente.